Frente al inmenso mar observaba
las inquietas olas
y mi pensamiento se entrecruzaba
a verme sentada en la arena sola
como un triste barco que realzaba.
Y al mar que le pregunté
dime por qué tengo que sufrir
quiero que tú me conteste
por qué hoy no puedo reír
desde aquel día que él se fue.
Y el mar alegre me contestó
los marineros vienen donde mí
pescan y luego contentos
como se van lejos de mí
a desafiar las mareas de los vientos.
Y desde aquel triste día
aún sigo mi amor esperando
y en la playa él esperaría
como las algas del mar profundo
mi marinero por mí volvería.
Me llegó directo
ResponderEliminarQue iluso soy
Si no tengo ni derechos ni oportunidades
Si arroje al mar lo que él sabiamente no
me devolverá
Y al hacerlo arrojaba el contenido de mi
vida y al igual que tu, me he sentido sólo
entre multitudes, vacio después de tomar lo que pensaba me llenaría.
Si no he dejado de pensar en ti ni un solo día.