Cuando escucho tus canciones
su melodía me envuelven
y en mi memoria reviven
recuerdos de aquellas emociones.
No sé que tienen esas canciones
que me embriagan de tu amor
y me traen tu presencia a mi alrededor
uniendo en sus versos dos corazones.
Tus serenatas son las culpables
que me juraban amor de madrugada
gritando pasión desesperada
de dulces esperanzas imposibles.
Esas guitarras vibraban de emoción
y las lágrimas caían en mi cama
y un suspiro desprendía mi alma
latiendo de prisa el corazón.
Esas canciones aún vibran en mí
y junto a mi soledad escucharé
las estrofas que jamás olvidaré
y que en sus melodías me llenan de ti.
Esas guitarras hoy triste suenan
un débil lamento de amor
de quejas en las horas de dolor
y en las alas del silencio se van.
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